Si esta es tu realidad del día a día, algo debes de cambiar.
Hace algunos años, una persona muy sabia me dijo que el ingreso que uno tenga hay que dividirlo mes a mes en 3 partes: 33% para los gastos diarios y comida, 33% para ahorrar para el futuro y el tercio final para invertirlo en uno: salud, educación.
¿Ese 33% para gastos y comidas no te permite cubrir todas tus necesidades? ¿Tienes problemas para controlar tus gastos?
Para comprar algo, hay 3 cosas que te debes preguntar:
- ¿Tengo hoy el dinero para comprarlo de contado?
- ¿Lo necesito?
- ¿Lo voy a usar?
Hay que considerar siempre que:
- Tener dinero para comprar algo significa tener el dinero para comprarlo, no el crédito disponible para adquirirlo. ¡Hay una gran diferencia!
- ¿Lo necesito o lo quiero? ¿Es una necesidad o es simplemente algo que quiero?
- En la mayoría de los casos nos arrepentimos más de las cosas que hemos comprado que de las cosas que hemos dejado de comprar.
El último tercio es para invertirlo en uno, es decir, usar este dinero para prepararse en la universidad, para mejorar la salud; en otras palabras, incrementar nuestro valor, para que podamos acompañar a la experiencia adquirida en el trabajo diario y valgamos más. Esto nos permitirá alcanzar más y mayores logros de una manera más rápida y sencilla.
La regla de oro del ingreso no es otra cosa que vivir el presente sin olvidar el mañana. Dejemos un legado de felicidad y no de deudas a los nuestros. Disfrutemos el presente con alegría y no llenos de angustias por las cuentas sin pagar. Si ya está metido en deudas, ¡pare! ¡No gaste más! Muchas veces toca hacer sacrificios de gustos y comodidades; pero es la única forma de un mejor mañana.
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