Cada día llegan a las bandejas de entrada de nuestros e-mails decenas de correos electrónicos no deseados –spam- (cadenas, ventas de pastillas, citas con personas de sitios falsos, mensajes de príncipes nigerianos ofreciendo millones de dólares, etc.) los cuales son un problema con el que las organizaciones tienen que lidiar.
Hay estadísticas que muestran que se envían más de 14 mil millones de mensajes spam diariamente, en otras palabras, el spam representa más del 45% del correo electrónico.
Pero de vez en cuando algo de lo que llega trae un mensaje interesante. Es así que un día llegó uno titulado “El triple filtro de Sócrates”.
“Cuenta la leyenda que un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo: ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo? Espera un minuto -replicó Sócrates-. Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro.
¿Triple filtro?
Correcto -continuó Sócrates-. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir, es por eso que lo llamo el examen del triple filtro.
El primer filtro es la verdad. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
No -dijo el hombre-, realmente solo escuché sobre eso y...
Está bien -dijo Sócrates-. Entonces realmente no sabes si es cierto o no.
Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad.
¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
No, por el contrario...
Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto. Pero podría querer escucharlo porque queda un filtro: el filtro de la utilidad.
¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?
No, la verdad es que no.
Bien --concluyó Sócrates-, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, e incluso no es útil ¿para qué querría saberlo?”
Esta leyenda trae consigo un mensaje muy importante el cual se debería aplicar diariamente en la vida y principalmente en el entorno laboral. Aunque la cultura organizacional es diferente entre compañías, hay un factor común entre todas, y es que quienes hacen la vida organizacional son seres humanos y a los seres humanos les encanta el chisme.
Hay compañías en donde el chisme es parte de su cultura y sus efectos son dañinos para la organización. La tarea de la dirección y de los mandos medios es evitar que el chisme siga siendo parte de la vida organizacional, manteniendo canales adecuados de comunicación, de doble vía, en donde los empleados sientan que pueden participar y generar soluciones.
Mientras mayor empoderamiento se dé a los empleados, mientras más activamente puedan contribuir a la organización, existirán menores centros de concentración de información, con lo que el riesgo de filtraciones de información y la generación de especulaciones respecto a ella se minimiza.
Una adecuada planificación de la estrategia comunicacional interna y el involucramiento de los empleados en los procesos de la organización, permitirá aplicar de manera inconsciente el triple filtro de Sócrates.
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